En el lugar que los puse
no estaban los recuerdos
sino los inventos
debajo de los oojos
El lugar era redoondo
hondo y cálido
Los inventos parecían
correctos, pese a todo
Los recuerdos no los hallé
¿No existieron?
¿En qué lugar los puse?
Los oojos me miraban
sorprendidos, los ojos
yo tan viejo
cantando, pese a todo
en el lugar del tiempo
Fabuloso poema
ResponderEliminarEl pretérito fue presente mientras vivió; pero los recuerdos sólo son vagos retazos de esa historia. Si no deja constancia escrita o material, perdura tanto como las voces en el viento.
La historia está hecha de tecnología; la única que nos delata que el mundo avanza y gira.
Ricardo, ese poema es de fábula; muy íntimo a la vez que expansivo como la Constante de Hubble. Cuanto más se lee y pasa, más veloz se aleja(n)...de la memoria
Saúdos :)´
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