Para Fernando
Me avergüenzan a menudo los poemas que escribo,
Me avergüenzan a menudo los poemas que escribo,
una tan íntima
declaración de yo que me sé desnudo
y mis manos
desconocen cómo hacer para tapar-
me la barriga, el
gua ombligo, el pubis cubierto de algas.
En ocasiones así se altera la forma vertiginosa
de sentir que
tengo, mar dentro de mi mar, oleaje inquieto.
Entonces, mi
respiración se vuelve indomable
fiera y tengo
ganas de terminar la cabalgadura
en los lunares de
cualquier chaqueta que se acerque.
No obstante ese desboque, doy fe de la veracidad
de cuantos poemas
escribo: no es ningún otro mar
sino yo quien se
deja ver en los ojos del pez
que te está
mirando ahora, en esta pecera transparente.
Si metes la mano, no respondo por mis pulpos.