En el agua
de mi boca
van los peces
de tu ombligo
mirando lo que les digo
como si fuera una roca
que no se toca
Que no se toca
Y en la boca
de los peces
van tus gemidos
y alalas
como si fuesen amarras
que se soltasen a veces
siendo con creces
gritos y peces
Y en los peces
va mi vértigo
que es el alma
de mi boca
toda la noche tan loca
y tan loca la mañana
como una fragua
llena de agua
que no se calma