jueves, 27 de agosto de 2015

Memorable

Fuime hace cuatro meses
y cuatro días
y un suspiro
memorable que tuve
que lanzar para aguantarlo

El verano
me vino encima como losa
del muerto que era
o que soy y no podía
levantarme de debajo

De mi cuerpo
no de ido pero de marchado
por el desinterés desilusión desánimo
que me larvaron
extraje deshilachadas velas

Y la energía mental
cambiaba de asunto
del asunto infinito
al asunto sudoroso
la construcción de la pirámide

Ahora toco regreso
concuriosa contradicción
en mis adentros
la mollera vacía
cuánto silencio en el camposanto

De lo que quede si
me confunden con otro
más energético
peor encajado
en el asunto seré vaporoso

Pues si tanto que aguantar tuve
y se me vino encima
la pirámide
es que fuime suspiro queriendo
ser motor de aljibes

Hace ya cuatro meses
y cuatro días
y lo recuerdo
como vivaz sanguina en mi blog
de pinturas fugadas o lápidas


Andrés Neuman destacaba, hablando de su personal proceso de vida con sus propios textos, tres fases o momentos en que puede suceder que los revisite: revisión, corrección, reescritura. Hace poco ha re-publicado uno de sus primeros libros de cuentos, insertando bastantes modificaciones. Me gusta que Andrés Neuman no sea de esos que nunca releen sus textos, aunque esto tampoco tiene ninguna importancia. Me gustan bastante algunos poemas de Andrés Neuman; algún cuento, aunque menos. El caso es que a mí me pasa a menudo que reviso y reviso; que corrijo y me pierdo; que reescribo y me hallo. Si también le robo un verso a la menos conocida poeta Concha Morales, que estremezco el hoy.

Todo eso me ha pasado aquí, hace cuatro meses, hace dos años más... (Revisen la primera entrada de septiembre de 2013.) Siempre.

Andrés Neuman estuvo el 25 de marzo de 2015 en el ciclo "La obra en obras", organizado por el "Taller de escritura Clara Obligado", la editorial "Páginas de espuma" y Carmen Valcárcel, de la UAM.