viernes, 22 de mayo de 2015

El amor acaso

Lo mandan a recoger moras
pero el tiempo no ha llegado todavía
así que el tarro regresa vacío
y el niño roto y por dentro desconsolado.

Le dicen si vas a querer
mermelada, has de trabajar mejor.
Le recomiendan un camino nuevo.
Búscate las mañas, le dicen, las alcanzarás.

Peor. El niño se pincha y vuelve
a casa sangrando.
Luego escucha la cocina, cómo discuten
qué le pasa al niño que no logra nada.

Él se tapa las heridas con silencio
y se acuesta a soñar.
Sombras de mora en la habitación
que de la pared con otras verdes retira.

A la mañana, se levanta enérgico
y se aventura por el viejo camino.
Recoge todas las moras verdes
y prepara una mermelada.

La planta en la mesa al desayuno.
No evitan torcer la cara por la acidez.
El niño les recoge las migas y les cuela
en la boca el viejo dicho del amor acaso

4 comentarios:

  1. Y va por buen camino quién aprende poco a poco de las circunstancias que en esta vida solo lo maduran...
    Con una verde se retira, de la ropa, la anterior...Principio limpio y empírico.
    Aún es pronto para las moras de moral y no refiero a sólo a las de zarza y árbol, también a aquellas otras que le inculcan los prejuicios de otros.
    La poesía, fantástica y su final...de moraleja, como aquel lugar que nos es conocido y rico o sabroso. Quién sabe.
    Salú i Livertá

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  2. Eso es falta de empatía cierto? los adultos se tienen que poner en el lugar de los niños para protegerlos, darles confianza y amor.
    Un abrazo para ti con harto dulce de mermelada recogida por el camino del amor y dulzor.
    mar

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  3. En la acidez está el conocimiento. También el de las moras.
    Abrazos, siempre

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  4. En la acidez está el conocimiento. También el de las moras.
    Abrazos, siempre

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