miércoles, 27 de marzo de 2013

Flequillo

Todos tenemos pelos en el culo, me dice
a lo que yo le contesto que claro,
lo que importa es que no nos lleguen a la cabeza.
Estoy calva desde hace tanto tiempo...
suspira
su voz enfadada,
yo me digo debo contenerme.
Debes contenerte, me digo
y por eso no le explico que no me refería a eso.
Seguro que de habérselo explicado
se me habría enfadado todavía más.
Me retiro el flequillo de encima de los ojos.
Este gesto mío le hace llorar.

9 comentarios:

  1. En realidad nadie quiere ser calvo...¿no crees? :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, la cosa no iba por ahí :), sólo alguna suerte de metáfora o simbolización, fruto de la experiencia... a mí tampoco me extraña, claro. Un abrazo, gracias

      Eliminar
  2. La verdad, sorprendentemente desagradable.
    Cariños,

    Nená

    ResponderEliminar
  3. Ha sido sorprendentemente triste y conmovedor pese a lo escatológico (bueno, no estoy utilizando correctamente la palabra, pero creo que se entiende). Ese sencillo final, tan lleno de un significado que yace bajo tal simple gesto, parece cargado de emoción, de muchas cosas que el lector no comprende, pero que le permite intuir que hay algo muy profundo y complejo detrás. Me gustan esas cosas. Obviamente, choca un poco con el principio... pero una conversación triste entre dos personas no tiene por qué estar exenta de absurdeces y/o cosas desagradables. Tal es la esencia de la tragicomedia de la vida.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Fénix, me gusta cómo dejas ver tu lectura en tu comentario. La vida, tragicómica, no sé... a mí siempre me ha costado ver ese doble juego, más bien la vida me parece vida, variada vida. Será por cómo me la tomo yo, sin duda. Un abrazo y gracias

      Eliminar

Pon tu voz