Lo escribí por deber
(que no por pura necesidad ni expresa
coyuntura)
desde la noche azul que va y se tercia
decir que el mundo gira por inercia,
caray, que así no va!
Me cansé al pretender
(no fue por dura obligación ni tampoco
por locura)
tentar tanta labor, tantos segundos
de ir poniéndole obstáculos, a un mundo
que no iba.
Y me dormí después.
No fue por cura de soledad, por falta
de ternura,
si no porque quería tiempo para soñar.
(Silbé en mis sueños, con paciencia, lá
lá lá - lá lá lá lá...)
Entonces oigo a ver...
(mas ya sé, no es cordura, querer, acuerdo,
no es siquiera hartura)
... por voluntad, me dicen, ver el rumbo,
si se puede cambiar... Yo escondo el tumbo.
Casi que me da igual.
Despierto con placer.
Me guardo la factura (no vaya a ser)
de la tortura
y me arrojo a la calle en calzoncillos.
Sopla otro viento. Voces, cantos, grillos
alas que rozan. Como pa´ gozar!
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