miércoles, 28 de noviembre de 2012

Frío

La ciudad
cuando llega el invierno
está llena de gente que ha olvidado
que tiene dos piernas
dos ojos
dos brazos
y que sólo se sabe quién se es, qué se es
cuando se mira al otro y se le ve, y es otro.

Por eso en mi ciudad
cuando llega el invierno
y sobre todo en barrios así como de plata
las aceras se pueblan de algunos
-pocos-
fantasmas que sentimos
más solos que si fuéramos fantasmas de verdad
el frío en las piernas
los ojos
y los brazos,
y también en la cara.

Ahora bien, si la cara
tan fresca como está y tan precisada
de algún calor humano
se cruza un breve instante
con otra cara fresca y precisada
que envuelve una sonrisa
una belleza
un guiño,
no saben los que olvidan
en la ciudad
cuando llega el invierno
lo mucho que se pierden. Y lo mucho
que disfrutamos nosotros
-los fantasmas-
de la vida.

8 comentarios:

  1. Bellísimo poema, Ricardo. Me gusta mucho aquello que dices de la cara "tan fresca como está y tan precisada de algún calor humano". Frío es lo que nos sobra, demasiado frío. Saludos y gracias.

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    1. Hay que calentar el aire con los rayos x de nuestra mirada, no queda otra. Gracias por tus elogios varios, ya he visto que te has paseado por algunas otras de las entradas de estos granos míos, gracias por todos los comentarios. Y recibe un fuerte abrazo para paliar en lo posible el frío.

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  2. Entiendo, con el frio las calles quedan casi desiertas y sólo la habitan algunos fantasmas,:)
    Y algunos fantasmas son especialmente bellos, no?
    Será por ahí, por aqui todas son narices rojas, jejeje.
    Bicos.

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  3. No es Ohma que algunos fantasmas sean especialmente bellos (que también), sino que un leve gesto u otra cosa, por pequeña que parezca, aunque pase de largo sin más, tiene un especial valor, un valor 100% reconfortante bajo la dura capa del frío.
    Y los que no andan por la calle (que a mí modo de ver son muchos más de los necesarios, porque todos se guarecen del frío y no sólo en su lar o en su descanso, sino en sus frías también cápsulas metálicas) se pierden ese especial valor.
    Nosotros, los fantasmas, sonreímos desde nuestras narices rojas. Y fíjate que hay quien nos tilda de payasos, será precisamente por eso...
    Bueno, que un hurra por las narices rojas, quería yo decir. ¡Hurra!
    Y un cálido beso

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  4. Perfecto... ¡Hurra por las narices rojas!
    Ricardo, hay un premio que está esperándote en mi blog... ;-)

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    1. Carol... Hurra! Gracias por el premio, que tengo que pasar a recoger, y perdón por la tardanza. Por cierto, me mola la idea de premiar, igual te la imito. Un beso

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  5. HOLA RICARDO.
    hurra!
    tE INVITO A MI BLOG
    HTTP://WWW.LASUTOPIASNODANBESOS-MIGUELCANCIO.BLOGSPOT.COM
    gRACIAS. Miguel

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    1. Gracias Miguel por el acompañamiento, y pasaré de inmediato por tu blog, por supuesto. Un beso

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