viernes, 26 de octubre de 2012

Solos o con rimel

Visto que hay personas que leen y que me leen, visto que a mí me gusta que sea así, por eso existen estos mis granos públicos, visto que hoy no quiero poner nada, visto que no me da tiempo -el Señor de las Manecillas, hace ya, comprobamos que es un ladrón eficiente-, visto lo visto, hoy les dejo con unos ojos:

     Le comenté:
      - Me entusiasman tus ojos.
     Y ella dijo:
            - ¿Te gustan solos o con rimel?
      - Grandes,
            respondí sin dudar.
     Y también sin dudar
     me los dejó en un plato y se fue a tientas.  

[No son míos estos ojos, si no de Ángel González. "Eso era amor" se llama el poema. Nos los dejó en Breves acotaciones para una biografía (1969). Yo manejo una antología de Alianza Editorial, con introducción de Luis Izquierdo. Lean a Ángel González, les gustará.]

4 comentarios:

  1. Hola Ricardo! En primer lugar, bienvenido a mi blog como seguidor. Ängel González es uno de mi poetas favoritos, se puede aprender tanto de él. Mas detenidamente leeré tus poemas y te daré mi opinión. Un saludo.

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    1. Gracias Jesús por venir por acá.
      A mí me encantó Ángel González de siempre, aunque ahora estoy en etapa más desapegada de él. No obstante, se ha venido a mi cabeza recientemente por su "Alocución a los veintitrés", poema con el que espero poder hilar un día no distante. Estaba ahí mi cabeza cuando recordé esos ojos y ahí los puse, no sin dudar si poner otros tantos cantos. Por ejemplo, aquello de "Meriendo algunas tardes:/ no todas tienen pulpa comestible...." o "Yo buceo debajo de las cosas./ La gente dice: buzo,/ y yo emerjo desde el fondo de las mesas,/ chorreando tallarines como un tritón de alcoba..." (Ambos del mismo libro que los ojos transcritos, un abrazo)

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  2. Preciso este breve diálogo!!! Me encantó... Buscaré a Ángel González, no he leído nada suyo.
    Saludos

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    1. Gracias Eva, es un placer tenerte por aquí con ese sapo tan feo, casi tanto como un tritón de alcoba (permítame, Sr. González, y no se vaya).

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