viernes, 31 de agosto de 2012

Ribadeo (Galicia) 30 agosto 2012

Celso Emilio Ferreiro escribía en gallego, que era a súa lingua. Mi padre dice que hay un libro suyo muy interesante, "Longa noite de pedra", en edición bilingüe. El poema (extracto supongo) de la foto es muy famoso, me dice Marta, entre galeguistas. Espero que os suene bien, como a mí hoy por las calles de Ribadeo.
Nunca llevo gravata, no va conmigo. No sé hacer el nudo. No me ha interesado jamás ese objeto que aprisiona el cuello y cuelga sobre la barriga a una altura que puede ser o no acertada. En mi imaginación, lo más que logro es ver la punta triangular metida en la sopa, no me da para más.
En mi memoria veo sin embargo a mi padre aflojándola, al llegar a casa. Antes, él la usaba siempre, sobre todo por disimular un gran quiste de grasa que tenía justo debajo de la nuez. Hace unos años, se la extirpó un cirujano. Fueron, bola de grasa y corbata, a un lugar ignorado del que no han vuelto nunca...
Mi abuelo por su parte, Ricardo se llamaba como yo, la ponía para ir a la ciudad, y también para hacerse fotos. Se le ve orgulloso en ellas, grande y orondo abrazándonos. Fue un hombre que dicen no tuvo nunca nada, pero esa nada fue como tenerlo todo. Una pequeña corbata negra sobre la camisa blanca de domingo.
Quizás tanto como la tapa pintada de una alcantarilla que encuentro hoy cien metros más allá.
Como la tarde que he pasado deitado fronte ao mar.
Cheo de amor por mis devanceiros (predecesores).

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